lunes, julio 26, 2010

La sonoridad del silencio

"Al negro sol del silencio las palabras se doraban"
ALEJANDRA PIZARNIK


El ser humano vive y habita entre las palabras, vive y habita entre los sonidos de cada palabra, pero en ocasiones al igual que la música busca su ausencia. El instante preciso en el cual no se musite sonido alguno posible. Busca el silencio.

Aunque a veces el silencio no sólo se busca, se crea como en la música, o lamentablemente se impone. Así pues, el silencio puede ser paz, tranquilidad o puede pasar a ser represión, soledad, impotencia, injusticia. Según lo anterior hay silencio a voluntad y hay silencio obligado.

Podría atreverme a nombrar algunos de los más comunes: como el silencio respetuoso por un ser querido que partió para siempre, un silencio de desamor, un silencio nervioso, aquel que es cómplice de secretos, temeroso, un silencio de -¡esto es increíble!-, o incluso -¡Ay, que silencio, estoy tan sola!!o uno que nos ronda el que engrandece al crimen y la injusticia, el silencio más absurdo.

Son muchos espejos posibles para una palabra, podría afirmar entonces que existen tantos silencios, como seres humanos hay en el planeta, pues no conozco a un  extraterrestre… callado… todavía; en consecuencia no sé de sus silencios.

A continuación les presento sólo algunos de los múltiples versos dedicados al silencio:

Sobre silencio
No preguntes al mendigo que te pide limosna.
No preguntes a la mujer que pronuncia palabras de amor mientras dormía.
No contestes al que insulte a tu enemigo.
No digas nunca: “¡Qué silencio!”; di: “No se oye”.

Anónimo (Arabia)

Silencio

Mi padre solía decir:
"La gente superior no hace largas visitas,
hay que enseñarles la tumba de Longfellow
o las flores de vidrio de Harvard.
Seguros de ellos mismos como el gato
-que pone en privado su presa,
la cola floja del ratón colgada de su boca-
como un cordón de zapato-
Algunas veces gozan de soledad,
y pueden privarse de las palabras
por palabras que los han deleitado.
El sentimiento profundo siempre se
muestra en silencio;
no en silencio, sino represión".
Ni fue insincero al decir: "Hagan de mi casa su posada".
Posada no son residencias.


MARIANNE MOORE

Silencio

Me espantan las palabras de los hombres
dicen todo con arta claridad:
esto se llamó perro, aquello casa
y aquí está el principio y allá el fin.
Miedo me da su mente, su juego con la burla,
todo lo saben, lo que fue y será;
la montaña ya no les maravilla;
su granja y su huerto linda con Dios.
Quiero siempre avisar y precaver:
permaneced distantes.
Me encanta oír como las cosas cantan.
las tocas: se vuelven mudas y rígidas,
vosotros me matáis todas las cosas.

RAINER MARIA RILKE

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